Una de las posibilidades cuando queremos decorar nuestro baño es utilizar azulejos rojos y blancos. Esto permite dotar a nuestro cuarto de baño de un contraste que resulta muy elegante y atractivo. Además, debemos tener en cuenta que el rojo es un color que refleja sofisticación, pasión, viveza y calidad.
Naturalmente, debemos buscar la forma de que esta combinación de colores resulte agradable a la vista y pueda encajar con la decoración que deseamos.
Lo primero es tener en cuenta que si buscamos deliberadamente el contraste, lo ideal será decantarnos por sanitarios de color blanco. Plato de ducha, inodoro, bidet, lavabo… es mejor no arriesgar con colores que puedan desentonar en este tipo de decoración.
A partir de aquí, hay varias formas de hacer el alicatado con azulejos rojos y blancos.
Una de las posibilidades es utilizar pavimento porcelánico rojo para el suelo y colocar azulejos blancos.
Esta es una de las formas de lograr contraste, pero al mismo tiempo evitar que resulte un color demasiado chillón.
Otra de las opciones decorativas es utilizar azulejos blancos en todas las paredes, y al mismo tiempo, utilizar una cenefa roja.
Esto nos permitiría generar una sensación de mayor apertura y aprovechamiento del espacio, ya que le damos ese toque de elegancia sin necesidad de que parezca un baño muy sobrecargado.
Ésta sería la opción más llamativa, donde todos los azulejos serían de color rojo. Por lo general, lo ideal es que sean de un tono liso o estilo ladrillo, o con alguna decoración o relieve. Existen los azulejos rojo brillo y rojo mate.
Cuanto mayor sea el número de azulejos que utilices y más pequeños sean, el baño tendrá un toque más acogedor y menos amplio.
En este tipo de decoraciones, es muy importante que el mobiliario de baño sea blanco, ya que así le daremos el contraste deseado.
Otro de los diseños que puede resultar originales es utilizar azulejos rojos hasta aproximadamente la mitad de cada una de las paredes, y el resto sería pared pintada en color blanco.
Ésta puede ser una opción económica, pero hay que tener en cuenta que las paredes pintadas en los baños tienden a cobrar un peor aspecto a lo largo del tiempo. Cuando menos, la zona de la ducha sí debería tener azulejos en toda la pared, ya que es la parte que estará en mayor contacto con el agua y la humedad.
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